Tener un largo día en el trabajo, que el tren se pare a mitad de camino, o que se atrasen en pagarte, esos son problemas.
Si tenés que estudiar para finales, o incluso si te va mal. Si las botas que te compraste nuevas se rompieron o no sabés qué ponerte, esos son problemas.
No poder salir, quedarte sin crédito, que llueva cuando tiene que haber sol, esos son problemas.
No tener internet, que se corte la luz, o que en la heladera no haya coca, esos son problemas.
Pero necesitar 1000 juguetes y sólo tener 100 estando a 10 días del día del niño, no es un problema, ¿no? Total, uno ayuda por placer, nadie lo está obligando…
Hipócritas.
Necesitaba el espacio de desahogo. Perdón por colgarme con lo propio del taller ésta semana.
La uva y el vino (Eduardo Galeano)
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela.
Antes de morir, le reveló su secreto: -La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela.
Antes de morir, le reveló su secreto: -La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.
jueves, 29 de julio de 2010
martes, 20 de julio de 2010
Proyecto narrativo
-Papá, papá-
-¿Qué?
-Alguien llame a un médico-
-¿Para qué?
-¿Qué pasó? (portugués)
-Nada señora, siga caminando (portugués)
-¡Rubén, reaccioná!
-¿Que reaccione de qué? ¿Qué te pasa Cármen? Pará de llorar, querés.
-Permiso por favor. Yo soy médico. ¿Hace cuánto está así? No tiene pulso, que apuren la ambulancia (portugués)
-¿Cómo que no tengo pulso? Señor, si yo no tuviera pulso no estaría hablando. No, no, aléjese de mis ojos, ¡no me los cierre!
Yo supongo que estoy muerto. Lo último que escuché fue que no tenía pulso y acto seguido “hora de muerte 15:24” (en portugués) así que no hay muchas opciones. A menos que… No fantasees Rubén estas muerto y bueno, todavía no enterrado, pero estás cerca. No vi ningún túnel, ni una luz blanca, ni mucho menos a un tipo de barba en una puerta de reja… No vi nada, no veo nada, creo que porque tengo los ojos cerrados y nadie me los abre. Me limito a escuchar, a sentir, a oler (espero que no por mucho, porque no creo que quiera estar acá cuando me empiece a descomponer)
Escucho voces en portugués, asumo que estoy en Brasil. Los médicos hablan entre ellos. Parece que no soy un tema fácil. Esto de tener que llevarme de vuelta, va a estar complicado. Ya vinieron de la embajada, de mi familia, pero nada me mueve.
Me siento más manoseado que en la línea C a las ocho de la mañana. Menos mal que no veo que es lo que hacen, porque con sentir me alcanza. Ahora que lo pienso, que bueno no volver al subte. Ni a los amontonamientos los días de calor ¡Ni a lo de mi suegra! No más escuchar a mi jefe, a mi esposa enojada, al gobierno. Estos me tienen podrido, -a ver si aflojamos con las manitos que todavía estoy acá- (en portugués)
Yo nunca me creí un santo, pero Dios, podrías haberme recibido… ¿o tenés el cupo lleno? Mirá que con un lugar chiquito me conformo, un pedazo cualquiera de nube me viene bien… Uh si pudiera verte, y después volver a la vida y vender tu imagen me haría rico. Basta Rubén, por pensamientos como ése no estás en el Cielo ahora. Bueno, por eso y por no ir casi a Misa, por haber embromado a dos o tres personas, por haber estado al borde de la infidelidad unas cuantas veces, por egoísta, manipulador, tacaño… Tenés razón Dios, yo tampoco me recibiría.
-¿Qué?
-Alguien llame a un médico-
-¿Para qué?
-¿Qué pasó? (portugués)
-Nada señora, siga caminando (portugués)
-¡Rubén, reaccioná!
-¿Que reaccione de qué? ¿Qué te pasa Cármen? Pará de llorar, querés.
-Permiso por favor. Yo soy médico. ¿Hace cuánto está así? No tiene pulso, que apuren la ambulancia (portugués)
-¿Cómo que no tengo pulso? Señor, si yo no tuviera pulso no estaría hablando. No, no, aléjese de mis ojos, ¡no me los cierre!
Yo supongo que estoy muerto. Lo último que escuché fue que no tenía pulso y acto seguido “hora de muerte 15:24” (en portugués) así que no hay muchas opciones. A menos que… No fantasees Rubén estas muerto y bueno, todavía no enterrado, pero estás cerca. No vi ningún túnel, ni una luz blanca, ni mucho menos a un tipo de barba en una puerta de reja… No vi nada, no veo nada, creo que porque tengo los ojos cerrados y nadie me los abre. Me limito a escuchar, a sentir, a oler (espero que no por mucho, porque no creo que quiera estar acá cuando me empiece a descomponer)
Escucho voces en portugués, asumo que estoy en Brasil. Los médicos hablan entre ellos. Parece que no soy un tema fácil. Esto de tener que llevarme de vuelta, va a estar complicado. Ya vinieron de la embajada, de mi familia, pero nada me mueve.
Me siento más manoseado que en la línea C a las ocho de la mañana. Menos mal que no veo que es lo que hacen, porque con sentir me alcanza. Ahora que lo pienso, que bueno no volver al subte. Ni a los amontonamientos los días de calor ¡Ni a lo de mi suegra! No más escuchar a mi jefe, a mi esposa enojada, al gobierno. Estos me tienen podrido, -a ver si aflojamos con las manitos que todavía estoy acá- (en portugués)
Yo nunca me creí un santo, pero Dios, podrías haberme recibido… ¿o tenés el cupo lleno? Mirá que con un lugar chiquito me conformo, un pedazo cualquiera de nube me viene bien… Uh si pudiera verte, y después volver a la vida y vender tu imagen me haría rico. Basta Rubén, por pensamientos como ése no estás en el Cielo ahora. Bueno, por eso y por no ir casi a Misa, por haber embromado a dos o tres personas, por haber estado al borde de la infidelidad unas cuantas veces, por egoísta, manipulador, tacaño… Tenés razón Dios, yo tampoco me recibiría.
jueves, 15 de julio de 2010
¿Sushi o five o'clock tee?
Nunca estuve ni en China ni en Europa, así que me dejé llevar tanto por lo que me contaron Henri Michaux como Yuan Zuzhi.
Siguiendo con el formato de Zuzhi, podría decir que el escritor francés con origen belga tiene muchas referencias bibliográficas online. Mientras que del chino pude encontrar muy pocas. Traduje de una página de internet unos párrafos del libro “Joining the global public: word, image, and city in early Chinese newspapers” de Rudolf G. Wagner, y lo combiné con lo que dice el texto: Nació en el seno de una ilustre familia de letrados, su abuelo Yuan Mei fue un reconocido oficial y poeta. Si bien estaban en una buena posición económica, la rebelión de Taiping complicó mucho la situación familiar hasta que Zuzhi se convierte en el editor conjunto de Xinbao. En 1883 realiza un viaje a Europa y a partir de sus anotaciones escribe una larga lista de confrontaciones entre China y Occidente (propiamente el texto que leí para el taller)
Buscando también sobre el autor, encontré el número digitalizado de “El correo de la UNESCO”. El texto que le sigue al de Zuzhi es uno de Sarmiento, y luego “Un general chino en Paris” de Cheng-Ki-Tong, que me resultó muy interesante ya que noto una relación con el extrañamiento hablado en clase a propósito de Geertz y nuestro trabajo etnográfico. El autor hace referencia a un artículo de Félix Regamey en el cual habla sólo sobre Japón, ya que en su visita a China se sintió agobiado en las calles por la población y decidió irse. De ahí el hecho de omitir mencionado país. “Ahora bien, su artículo en la Revue bleue ha constituido para mí una auténtica sorpresa. Me he dado cuenta de que el Sr. Regamey no ha visto la China. La ha visitado, sin embargo, pero me veo obligado a decirle lo que él dice a Pierre Loti: "La observación durante una escala tiene sus riesgos"
Volviendo (si es que alguna vez me fui) a la nota, podría mencionar algo de Michaux. Nació en 1899 en Bélgica. Aparte de poeta, fue pintor y dibujante, a pesar de que en un principio, quiso ser medico, estudios que abandonó para viajar en el puesto de marino mercante. El viaje realizado por Extremo Oriente, entre 1931 y 1932, le proporciona el material para el libro Un bárbaro en Asia (1933).
Las comparaciones hechas por los dos autores son distintas y parecidas a la vez. Para empezar, parten de lo mismo, el material a comparar es el mismo, pero creo que Michaux lo hace desde un lado más reflexivo. Además de ser más detallado y de mencionar semejanzas y diferencias ocasionalmente, su trabajo es mucho más minucioso. Recorre aspectos referidos a la cultura en sí, desde el arte, el teatro, la escritura, la música, pero también pasa por el transporte, el amor, la sabiduría. A veces me dejo llevar y creo que intenta no emitir juicios. Hasta que me encuentro con “Los chinos nos detestan. Nos consideran malditos entrometidos, que no podemos dejar nada en paz. Obuses, latas de conserva, misioneros, toda nuestra actividad se la tiramos a la cabeza.
Por eso ¡qué odio! Y en Extremo Oriente qué envidia a la vez. ¡Cómo parecer inocente! Todo ese odio continuamente asentado sobre mi, me ha predispuesto mal hacia ellos” Otras veces los defiende y los “glorifica” ¿Quién te entiende Henri?
El tono de Zuzhi es totalmente distinto, y para mí, mucho mas divertido. En su pequeña biografía hablan del humor con el que escribe, yo lo noté como ironía, lo que fuera, me gustó. Es conciso “Ellos ésto, nosotros aquello”. Pero a pasar de lo que todo el texto diga, él empieza diciendo “Las costumbres occidentales tienen puntos en común con las de China, las pocas diferencias que surgen a veces no deben extrañarnos, si se piensa en las varias decenas de miles de li que separan a ambas regiones del mundo” a pesar de esto, el prefirió centrarse en las diferencias, las habrá encontrado mas interesantes de contar, vaya uno a saber…
El tener que haber leído estos dos textos me recordó a mi misma, haciendo mi etnografía. Buscando extrañarme, ser objetiva con los Scouts en un primer momento, y después teniendo en cuenta mi reescritura me sentí un poco como Zuzhi, porque yo también busque semejanzas y diferencias. A veces nos olvidamos de los diferentes tipos de turista, si lograremos observar más que mirar, buscar esos puntos casi imperceptibles que hacen a las cosas realmente interesantes. Si es que llego a ver a Mickey Mouse, me podría poner a prueba, tratando de reflexionar qué pienso de él, si lo considero las orejas del capitalismo o una parte de mi infancia.
Siguiendo con el formato de Zuzhi, podría decir que el escritor francés con origen belga tiene muchas referencias bibliográficas online. Mientras que del chino pude encontrar muy pocas. Traduje de una página de internet unos párrafos del libro “Joining the global public: word, image, and city in early Chinese newspapers” de Rudolf G. Wagner, y lo combiné con lo que dice el texto: Nació en el seno de una ilustre familia de letrados, su abuelo Yuan Mei fue un reconocido oficial y poeta. Si bien estaban en una buena posición económica, la rebelión de Taiping complicó mucho la situación familiar hasta que Zuzhi se convierte en el editor conjunto de Xinbao. En 1883 realiza un viaje a Europa y a partir de sus anotaciones escribe una larga lista de confrontaciones entre China y Occidente (propiamente el texto que leí para el taller)
Buscando también sobre el autor, encontré el número digitalizado de “El correo de la UNESCO”. El texto que le sigue al de Zuzhi es uno de Sarmiento, y luego “Un general chino en Paris” de Cheng-Ki-Tong, que me resultó muy interesante ya que noto una relación con el extrañamiento hablado en clase a propósito de Geertz y nuestro trabajo etnográfico. El autor hace referencia a un artículo de Félix Regamey en el cual habla sólo sobre Japón, ya que en su visita a China se sintió agobiado en las calles por la población y decidió irse. De ahí el hecho de omitir mencionado país. “Ahora bien, su artículo en la Revue bleue ha constituido para mí una auténtica sorpresa. Me he dado cuenta de que el Sr. Regamey no ha visto la China. La ha visitado, sin embargo, pero me veo obligado a decirle lo que él dice a Pierre Loti: "La observación durante una escala tiene sus riesgos"
Volviendo (si es que alguna vez me fui) a la nota, podría mencionar algo de Michaux. Nació en 1899 en Bélgica. Aparte de poeta, fue pintor y dibujante, a pesar de que en un principio, quiso ser medico, estudios que abandonó para viajar en el puesto de marino mercante. El viaje realizado por Extremo Oriente, entre 1931 y 1932, le proporciona el material para el libro Un bárbaro en Asia (1933).
Las comparaciones hechas por los dos autores son distintas y parecidas a la vez. Para empezar, parten de lo mismo, el material a comparar es el mismo, pero creo que Michaux lo hace desde un lado más reflexivo. Además de ser más detallado y de mencionar semejanzas y diferencias ocasionalmente, su trabajo es mucho más minucioso. Recorre aspectos referidos a la cultura en sí, desde el arte, el teatro, la escritura, la música, pero también pasa por el transporte, el amor, la sabiduría. A veces me dejo llevar y creo que intenta no emitir juicios. Hasta que me encuentro con “Los chinos nos detestan. Nos consideran malditos entrometidos, que no podemos dejar nada en paz. Obuses, latas de conserva, misioneros, toda nuestra actividad se la tiramos a la cabeza.
Por eso ¡qué odio! Y en Extremo Oriente qué envidia a la vez. ¡Cómo parecer inocente! Todo ese odio continuamente asentado sobre mi, me ha predispuesto mal hacia ellos” Otras veces los defiende y los “glorifica” ¿Quién te entiende Henri?
El tono de Zuzhi es totalmente distinto, y para mí, mucho mas divertido. En su pequeña biografía hablan del humor con el que escribe, yo lo noté como ironía, lo que fuera, me gustó. Es conciso “Ellos ésto, nosotros aquello”. Pero a pasar de lo que todo el texto diga, él empieza diciendo “Las costumbres occidentales tienen puntos en común con las de China, las pocas diferencias que surgen a veces no deben extrañarnos, si se piensa en las varias decenas de miles de li que separan a ambas regiones del mundo” a pesar de esto, el prefirió centrarse en las diferencias, las habrá encontrado mas interesantes de contar, vaya uno a saber…
El tener que haber leído estos dos textos me recordó a mi misma, haciendo mi etnografía. Buscando extrañarme, ser objetiva con los Scouts en un primer momento, y después teniendo en cuenta mi reescritura me sentí un poco como Zuzhi, porque yo también busque semejanzas y diferencias. A veces nos olvidamos de los diferentes tipos de turista, si lograremos observar más que mirar, buscar esos puntos casi imperceptibles que hacen a las cosas realmente interesantes. Si es que llego a ver a Mickey Mouse, me podría poner a prueba, tratando de reflexionar qué pienso de él, si lo considero las orejas del capitalismo o una parte de mi infancia.
lunes, 5 de julio de 2010
Notas acerca del proyecto narrativo (o algo así)
Esta semana no estuve pensando tanto en mi proyecto narrativo en sí, sino más bien en “el viaje”. En qué es, en lo que puede significar para distintas personas y en qué modo se podría relacionar con el viaje que vivirá (mmm, dudoso, porque está muerto) mi personaje.
Vamos por partes:
Algunas definiciones de “viaje” según la Real Academia Española:
-Acción y efecto de viajar.
-Traslado que se hace de una parte a otra por aire, mar o tierra.
-Ida a cualquier parte, aunque no sea jornada, especialmente cuando se lleva una carga.
-Estado resultante de haberse administrado una droga alucinógena.
Le pregunté a mi hermana, que cumple 15 y se va a Disney, qué significa “viaje” para ella, a lo que respondió: “Conocer un lugar nuevo, que no es el de siempre, el de la rutina de todos los días, en donde vivir experiencias. Es una salida de lo común.”
También busqué en el diario de mi abuela, donde descargaba todas sus emociones cada vez que abuelo se embarcaba, qué representaba para ella y ésto fue lo que encontré:
“Agosto 11 de 1945
Ahora que siento cercano el momento de nuestra segunda separación quiero que sepas que no sé cómo he de poder vivir cuando te vayas. Te quiero ahora con la desesperación de quien siente la necesidad de que te quedes para estar contigo y debo fingir indiferencia por tus viajes mientras sufro por ellos.
Cómo puede seguir el mundo su rutina normal sino estarás cerca mío. Odio el mar que te aleja de mí. Pero lo quiero porque él ha de traerte. Me siento impotente para todo. Estoy contigo y nada quiero yo. No puedo gritar que te quiero y ninguno sabe que aquí cerca tuyo estoy yo sufriendo por tu viaje. Nunca deseo que pasen tantos los días como cuando no estás. Me parece imposible que te vayas. Te quiero y deseo que me sientas cerca de ti siempre.
Espiritualmente me voy contigo. En los amaneceres, al caer la tarde, estaré contigo.
Cuando navegas en tu “Marino” viajo a tu lado. Mi alma velará tu sueño y mi corazón estará donde esté el tuyo.”
Si yo tuviera que definir viaje, podría empezar por un juego de palabras, o de libre asociación, que hice el otro día antes de irme a dormir.
Viaje, viajar, sentir, explorar, descubrir, extrañar, partidas, sentidos, emociones, fotos, notas, diarios, sonrisas, aprendizajes, lágrimas, culturas, recorrer, carpas, caminatas, nubes, cielos diferentes, pircas, nieve, caídas y vueltas a levantar, mochilas pesadas, comida en lata, responsabilidades, fogones, amistades, amor, alegría. Regresos (a veces).
En esa locura que acabo de escribir hay un poco de cada viaje, familiares, hechos por mí y por otros, mis queridos campamentos, y también está el viaje de mi personaje, de mi tío abuelo en cierta manera (aunque no será el protagonista, voy a cambiarlo un poco) y el de muchos más, que es el viaje a donde sea que estén (por no ponerle el viaje de la muerte, o el viaje al mas allá que sonarían mas bizarros)
Dicen que el Cielo es el momento más feliz de tu vida, potenciado. O al menos eso me dijo un amigo un día intentando calmar mis lágrimas. Paradójicamente es más fácil llegar al cielo que a EEUU, no hay Visas, no hay pasaportes, no hay embajadas. Basta con haber sido buena persona, aunque no creo en el infierno, así que supongo que si fuiste mala persona, en algún lugar del cielo también estarás. San Pedro es un mito, nadie controla en la puerta como si fuera la policía de seguridad aeroportuaria.
Vamos por partes:
Algunas definiciones de “viaje” según la Real Academia Española:
-Acción y efecto de viajar.
-Traslado que se hace de una parte a otra por aire, mar o tierra.
-Ida a cualquier parte, aunque no sea jornada, especialmente cuando se lleva una carga.
-Estado resultante de haberse administrado una droga alucinógena.
Le pregunté a mi hermana, que cumple 15 y se va a Disney, qué significa “viaje” para ella, a lo que respondió: “Conocer un lugar nuevo, que no es el de siempre, el de la rutina de todos los días, en donde vivir experiencias. Es una salida de lo común.”
También busqué en el diario de mi abuela, donde descargaba todas sus emociones cada vez que abuelo se embarcaba, qué representaba para ella y ésto fue lo que encontré:
“Agosto 11 de 1945
Ahora que siento cercano el momento de nuestra segunda separación quiero que sepas que no sé cómo he de poder vivir cuando te vayas. Te quiero ahora con la desesperación de quien siente la necesidad de que te quedes para estar contigo y debo fingir indiferencia por tus viajes mientras sufro por ellos.
Cómo puede seguir el mundo su rutina normal sino estarás cerca mío. Odio el mar que te aleja de mí. Pero lo quiero porque él ha de traerte. Me siento impotente para todo. Estoy contigo y nada quiero yo. No puedo gritar que te quiero y ninguno sabe que aquí cerca tuyo estoy yo sufriendo por tu viaje. Nunca deseo que pasen tantos los días como cuando no estás. Me parece imposible que te vayas. Te quiero y deseo que me sientas cerca de ti siempre.
Espiritualmente me voy contigo. En los amaneceres, al caer la tarde, estaré contigo.
Cuando navegas en tu “Marino” viajo a tu lado. Mi alma velará tu sueño y mi corazón estará donde esté el tuyo.”
Si yo tuviera que definir viaje, podría empezar por un juego de palabras, o de libre asociación, que hice el otro día antes de irme a dormir.
Viaje, viajar, sentir, explorar, descubrir, extrañar, partidas, sentidos, emociones, fotos, notas, diarios, sonrisas, aprendizajes, lágrimas, culturas, recorrer, carpas, caminatas, nubes, cielos diferentes, pircas, nieve, caídas y vueltas a levantar, mochilas pesadas, comida en lata, responsabilidades, fogones, amistades, amor, alegría. Regresos (a veces).
En esa locura que acabo de escribir hay un poco de cada viaje, familiares, hechos por mí y por otros, mis queridos campamentos, y también está el viaje de mi personaje, de mi tío abuelo en cierta manera (aunque no será el protagonista, voy a cambiarlo un poco) y el de muchos más, que es el viaje a donde sea que estén (por no ponerle el viaje de la muerte, o el viaje al mas allá que sonarían mas bizarros)
Dicen que el Cielo es el momento más feliz de tu vida, potenciado. O al menos eso me dijo un amigo un día intentando calmar mis lágrimas. Paradójicamente es más fácil llegar al cielo que a EEUU, no hay Visas, no hay pasaportes, no hay embajadas. Basta con haber sido buena persona, aunque no creo en el infierno, así que supongo que si fuiste mala persona, en algún lugar del cielo también estarás. San Pedro es un mito, nadie controla en la puerta como si fuera la policía de seguridad aeroportuaria.
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