La uva y el vino (Eduardo Galeano)
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela.
Antes de morir, le reveló su secreto: -La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.

martes, 20 de julio de 2010

Proyecto narrativo

-Papá, papá-
-¿Qué?
-Alguien llame a un médico-
-¿Para qué?
-¿Qué pasó? (portugués)
-Nada señora, siga caminando (portugués)
-¡Rubén, reaccioná!
-¿Que reaccione de qué? ¿Qué te pasa Cármen? Pará de llorar, querés.
-Permiso por favor. Yo soy médico. ¿Hace cuánto está así? No tiene pulso, que apuren la ambulancia (portugués)
-¿Cómo que no tengo pulso? Señor, si yo no tuviera pulso no estaría hablando. No, no, aléjese de mis ojos, ¡no me los cierre!

Yo supongo que estoy muerto. Lo último que escuché fue que no tenía pulso y acto seguido “hora de muerte 15:24” (en portugués) así que no hay muchas opciones. A menos que… No fantasees Rubén estas muerto y bueno, todavía no enterrado, pero estás cerca. No vi ningún túnel, ni una luz blanca, ni mucho menos a un tipo de barba en una puerta de reja… No vi nada, no veo nada, creo que porque tengo los ojos cerrados y nadie me los abre. Me limito a escuchar, a sentir, a oler (espero que no por mucho, porque no creo que quiera estar acá cuando me empiece a descomponer)

Escucho voces en portugués, asumo que estoy en Brasil. Los médicos hablan entre ellos. Parece que no soy un tema fácil. Esto de tener que llevarme de vuelta, va a estar complicado. Ya vinieron de la embajada, de mi familia, pero nada me mueve.

Me siento más manoseado que en la línea C a las ocho de la mañana. Menos mal que no veo que es lo que hacen, porque con sentir me alcanza. Ahora que lo pienso, que bueno no volver al subte. Ni a los amontonamientos los días de calor ¡Ni a lo de mi suegra! No más escuchar a mi jefe, a mi esposa enojada, al gobierno. Estos me tienen podrido, -a ver si aflojamos con las manitos que todavía estoy acá- (en portugués)

Yo nunca me creí un santo, pero Dios, podrías haberme recibido… ¿o tenés el cupo lleno? Mirá que con un lugar chiquito me conformo, un pedazo cualquiera de nube me viene bien… Uh si pudiera verte, y después volver a la vida y vender tu imagen me haría rico. Basta Rubén, por pensamientos como ése no estás en el Cielo ahora. Bueno, por eso y por no ir casi a Misa, por haber embromado a dos o tres personas, por haber estado al borde de la infidelidad unas cuantas veces, por egoísta, manipulador, tacaño… Tenés razón Dios, yo tampoco me recibiría.

3 comentarios:

  1. Estoy arrancando con el proyecto. Asi que les presento a mi muerto.

    Lo que tiene que ir en portugués tengo que esperar que me lo pase mi hna o mi cuñado, en cuanto lo tenga lo cambio.

    Todo puede seguir cambiando. Espero que para bien. A medida que siga escribiendo, lo subo.

    Saludos a todos!
    ana.

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  2. Hola Ana!

    No sé si viste los comentarios que te dejé en tus posts anteriores. A partir de ahora voy a mantenerme al día comentando.

    Me gusta el tono. Quizás sería interesante si el personaje describiera más en lugar de explicar tanto, para dejar más en manos del lector el interpretar qué sucede.

    Acá, por ejemplo, me parece que Rubén está diciendo mucho y demasiado rápido:

    "Yo supongo que estoy muerto. Lo último que escuché fue que no tenía pulso y acto seguido “hora de muerte 15:24” (en portugués) así que no hay muchas opciones."

    Y esto está quizás muy resumido, estaría bueno que se describieran la situación, los diálogos: "Parece que no soy un tema fácil. Esto de tener que llevarme de vuelta, va a estar complicado. Ya vinieron de la embajada, de mi familia, pero nada me mueve."

    Pensaste en la edad de tu muerto? Porque si es tu tío abuelo, un hombre grande, quizás tendrías que revisar el registro (cómo habla un hombre de 70,80 años o la edad que corresponda?).

    Por otra parte, me hace un poco de ruido la naturalidad con que está tomando el hecho de estar muerto. Aunque el tono sea cómico, imagino que tomar conciencia de un hecho así debe generar sentimientos de desesperación, arrepenimiento por lo que se hizo y dejó de hacer, angustia o, al contrario, cierto alivio por haber escapado de situaciones difíciles. Depende. Podés jugar mucho con eso, pero primero tenés que pensar en el personaje y en qué puede generar en él le repentina certeza de saberse muerto. Podés ejercitar imaginando qué pensarías vos en ese caso, o preguntarle a alguien.

    Por último, yo te puedo ayudar con las frases en portugués (estudié varios años), cualquier cosa decime por mail y lo vemos.

    Qué bueno que estés avanzando ya con la escritura, contá con nosotros para acompañarte y ayudarte vía blog y mail.

    Saludos!

    Emilia

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  3. Hola Emilia! Leí tus comentarios anteriores, gracias! Espero te haya ido bien en los finales y coloquios.

    Con respecto a Rubén, si bien tendrá mucho de mi tío abuelo, no va a ser él, porque me limitaba la edad un poco. Va a ser más jóven, 50 años aprox (crisis de mediana edad, quizás juegue con eso también)

    Lo quiero hacer un hombre seguro, sin problemas de estar muerto, así cuando finalmente caiga en su actual situación, sea un poco más fuerte o intetresante de escribir. También es por eso que todavía no extraña cosas lindas, sino que disfruta de lo que no va a tener que hacer más.

    Creo que hay unas etapas de le muerte, o la aceptación a la misma. Yo tengo las mías propias así que veré si puedo hacer pasar al personaje por lo que pasé yo.

    Si mi hna o Arthur no dan señales de vida, te tendré en cuenta para el portugués.

    Muchas gracias por la crítica! Veré cómo sigo arreglando el texto.

    Saludos!
    ana.

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