La uva y el vino (Eduardo Galeano)
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela.
Antes de morir, le reveló su secreto: -La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Carta argumentativa: “Aquí está el por qué”



Queridos chicos:

Les escribo antes de irme, porque creo que no voy a poder esperar a que se despierten para saludarlos. No es que no quiera, no tengo tiempo, me dijo Belén que tenemos ya de madrugada que empezar con la mudanza.

Yo sé que se enojaron mucho conmigo cuando se enteraron, pero quiero darles mis razones, porque así yo creyera que estoy actuando mal o haciéndoles mal, claramente no tomaría ésta decisión, pero como soy su papá, y sé que me quieren mucho y desean para mí lo mejor, sé también que van a saber entenderme. Además, no merecería su enojo, yo siempre me caractericé por ser un tipo correcto.

Ustedes la conocen a Belén, ella ha venido a algunas reuniones en casa, han podido ver que es una buena persona, cariñosa y con muchas capacidades. Una verdadera profesional, abogada leal como pocas, no de esas truchas que andan dando vueltas por ahí. Ojo, no piensen mal, no es que no quiera a su mamá, yo la quiero muchísimo y la respeto mucho también, hemos compartido tantos años juntos, tantas cosas… Realmente, una mujer excepcional, pero no pude evitar enamorarme de Belén. Ustedes saben cómo es el amor, viene un día y te da vuelta tu vida. Yo quiero ser feliz, y la felicidad está junto a la persona que amás, y yo claramente hoy puedo decir que amo a Belén.

Claramente, yo no podía largar toda una familia por la ventana sin probar antes si lo que sentía era verdadero, por eso fue que estuve saliendo “noviando” estos meses antes de tomar la decisión. Yo no soy uno de esos que se arman una vida paralela, que tienen una familia en otra casa, yo simplemente quise estar seguro de lo que iba a hacer. Vi la posibilidad de ser feliz, y seguí ese camino.

A ustedes nunca les faltó nada, les he comprado cuanto me han pedido, nos fuimos de vacaciones todos los veranos a lugares distintos, estuve en sus cumpleaños, en sus actos en el colegio, siempre presente y tengan en cuenta que hay padres que se borran, y sin embargo yo no. Así que no quiero que piensen que esta mudanza significa nuestra separación. Simplemente, me voy de casa, porque quiero ser feliz y ahí no está mi felicidad. Creo que ustedes ya están grandes, no me necesitan y si me ven todos los días o no, no les va a modificar la vida. Realmente ¿Cuántas cenas o almuerzos pasamos juntos? Muy pocas durante la semana. Es más, ahora va a ser mejor, porque podemos poner un día fijo, el “día de padres e hijos” donde pueden venir a casa (la nueva) o podemos salir juntos, así no perdemos contacto… ¿Qué les parece? Una vez por semana o cada quince días estaría bien ¿no? Además, así la van conociendo más a Belén, porque ella ahora es parte de la familia.

Yo nunca los he condicionado, cuando quisieron elegir sus carreras universitarias, deportes, ropa, siempre los he dejado ser, así que espero que ustedes tampoco me condicionen a mí. Déjenme ser feliz, amar y ser amado. Y no se preocupen por mamá, ella es grande, va a estar bien, quizás ahora esté un poco molesta, pero con el tiempo se le pasará, incluso quien dice tenga la suerte que tuve yo de encontrar el amor.

Soy su padre, no lo olviden, y como tal, tengo derecho a ser escuchado, o leído en este caso, así que antes de tomar una decisión con respecto a nuestra futura relación, lean atentamente estas líneas y comprendan cómo me siento y cuánto necesito irme.

No tienen la culpa ustedes, no crean eso, yo soy el culpable de haberme enamorado perdidamente, como si tuviera quince años otra vez.

Los quiere mucho,
Papá.

2 comentarios:

  1. Hola Ana,

    Bien original la temática que elegiste trabajar, con un punto de vista interesante. Me hace acordar a varias historias que he escuchado, plantea argumentos similares. Me gusta la construcción que hacés del enunciatario.

    Me hace acordar a tu proyecto de mitad de año, un poquito...

    Saludos

    Emilia

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  2. Gracias Emilia!

    Sí, ya sé... Un Edipo raro el mío.

    Beso!

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