La uva y el vino (Eduardo Galeano)
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela.
Antes de morir, le reveló su secreto: -La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.

lunes, 30 de agosto de 2010

Photoholic

Volvía en el tren, cuando decidí agarrar el texto de Celia Güichal para empezar mis nuevas notas de lectura.

Pensé en el viaje y su difusión digital. El volver para contar, para escribir, no es más o menos importante que el volver para mostrar las fotos. Se reúne la gente en las casas amigas, prenden la compu (ya ni siquiera están impresas) y empiezan a pasar 1, 2, 3, 40, 132, 380, 415, 749, 800…

La necesidad de tener una cámara en la mano es casi incomparable. Estás a punto de salir del hotel y viene la revisada general “Tengo la cámara, los documentos, el dinero, las llaves, ropa por si llueve, comida…” Indiscutible su primer lugar. Además, si contamos que estuvimos en París pero no mostramos la foto en la Torre Eiffel ¿quién nos va a creer?

Lo mismo pasa con el Facebook “Ana Novatti ha sido etiquetada en 425 fotos del álbum <>” ¿Cómo no subir LAS fotos que te sacaste en EL viaje? Aunque el viaje haya sido de acá al jardín de mi casa. La necesidad de que estén subidas en internet, de que todos puedan verlas, comentarlas, ¿envidiarlas?, compartirlas. Si no aparecen en Facebook, My Space o algo así ¿Quién nos va a creer que viajamos?

Y esto me lleva a un lugar totalmente distinto, me lleva a las fotos de Abu Ghraib. Esas horribles imágenes de soldados torturando gente en la prisión, posando orgullosos como si fuera Mickey a quien tienen junto a ellos. Demuestran que estuvieron ahí, que disfrutaron el viaje, que están felices de su paseo por las cálidas tierras, pero usando personas, con sentimientos, derechos, virtudes, defectos, familia como excursiones. Una cosa es estar parado haciéndoles lo que sea que les hagan, pero otra muy distinta es verte en una pantalla sonriendo y encima enviar las fotos a tus conocidos para que ellos también vean qué hiciste en tu viaje, pero es que sino ¿Quién te va a creer que estás protegiendo a tu país?

Definitivamente, creo que llegó la era del photoholic.

2 comentarios:

  1. Ana,

    Esta podría ser una punta interesante para trabajar más adelante en tu ensayo.

    Saludos!

    Emilia

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  2. pienso en susan sontag y su libro "ante el dolor de los demás", quizás la lectura que pueda acompañar el devenir de tu ensayo?

    interesantísimas tus notas, ana

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