La uva y el vino (Eduardo Galeano)
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela.
Antes de morir, le reveló su secreto: -La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.

lunes, 18 de octubre de 2010

"Semejanzas entre los celulares y la Escuela de Frankfurt" Notas de Adorno y Horkheimer

Mi primer encuentro con Adorno y Horkheimer fue durante el primer cuatrimestre del año pasado, más precisamente en una clase de Comunicación I, cátedra Entel.

Había salido a cenar con mi familia a la casa de unos amigos por el cumple de uno de ellos, era lunes a la noche y no había leído el Prólogo a la primera edición alemana del libro “Dialéctica del Iluminismo” para la clase del día siguiente. Por lo que cuando llegué, me cambié, agarré el apunte, el lápiz y me metí en la cama.

Al mejor estilo de “¿De qué estás hablando Willy?” me pregunté ¿De qué están hablando Theodor y Max? No eran mas que palabras y palabras y palabras difíciles, mezcladas vaya uno a saber cómo y sin dar a entender a que querían apuntar con mucha claridad. Igual, me fui a dormir semi-tranquila, al menos lo había intentado, quizás al día siguiente entendería un poco más. Y así fue, cuando en clase el profesor nos empezó a hablar de la Escuela de Frankfurt quedé fascinada. Me parecía increíble como estos dos hombres (en principio, después llegaron los demás) habían presentado al mundo una critica tal de los gobiernos dictatoriales, de la industria cultural, de las masas, sus mensajes se fueron haciendo cada vez más claros para mi.

Sin embargo en “Aislamiento por comunicación” me retrotraigo a otras cosas ¿Se hubieran imaginado Theodor y Max que 66 años después estaría escribiendo en relación a su texto haciendo referencia a algo que se creó después de su muerte y que nunca conocieron? No se por qué, pero creo que sí.

Al hablar de la situación de los trabajadores, separados en cubículos o viajando separados en autos en vez de conversando en el tren (debo admitir que en este punto difiero, que tanto más feliz me hace ir a la facu en auto) no puedo dejar de pensar en los celulares. Tengo el recuerdo del cumpleaños de una amiga en el año 2004. Estábamos todos sentados en ronda en el jardín de su casa, pero de esas, supongamos 20 personas, sólo 4 o 5 tenían celular, el boom recién estaba empezando. Por lo tanto, en pequeños grupos dentro de una misma ronda la gente se concentraba para mirar una pantallita de 2cm x 2cm, casi estupidizados por luces y sonidos mágicos que salían de ellos. Se hablaba poco, y si se hacía era sobre los celulares (obviamente). No terminé de entender o quizás empecé a entender ese día la dinámica que traía de la mano ese singular aparatito.

Me cruzaba a gente caminando abrazados, cada cual con un celular en la mano, mandando mensajes, hablando o incluso, escuchando música. El colmo fue ver en una mesa de restaurant de un lado a una dama, del otro un caballero pero ninguno de los dos se hablaba o miraba… Estaban concentrados en su teléfono.

La modalidad celular-facón también me molesta e irrita. Qué tan macho sos se define por ver quién pone arriba de la mesa el mejor celular, al estilo pulpería del Martin Fierro, un gran duelo quizás sea ver quién escribe un mensaje de texto más rápido.
Se suponía que el celular nos uniría, comunicaría, acercaría… pero algunas cosas no salieron del todo bien. Las denuncias por desaparición (que resultaron erróneas) aumentaron radicalmente, lo cual es lógico, si no te atienden al segundo llamado seguro es porque están tirados en una zanja, no porque se quedaron sin batería o porque simplemente no quieren atender.

No sé si el celular debería haber sido una cosa que no fue, o si es un plan perfectamente diseñado para adiestrar cerebros. Quizás tenga más que ver con esto: “los visitantes descubren que, a través del creciente aislamiento, han llegado a asemejarse cada vez más. La comunicación procede a igualar a los hombres aislándolos.”

El “celu y la coca” ya se convirtieron en una herramienta política, increíble… creo.

2 comentarios:

  1. Acá les dejo mi segundo intento. Supongo a la noche subiré el tercero.

    Insisto, sé que le deben faltar cosas, lo que no sé es qué cosas, por eso, se agradece la ayuda.

    Nos vemos!

    ResponderEliminar
  2. Ana,

    Tus notas son mini ensayos. Para éstas vale lo mismo que señalé respecto a las anteriores. No descartes lo que escribiste, pero intentá una segunda versión, más formal y centrada en analizar el texto, en base a los items sugeridos.

    A ver qué sale!

    Saludos,

    Emilia

    ResponderEliminar